Cuenta Pública 2020

La Superintendencia de Educación Superior (SES) cumple dos años de funcionamiento en medio de un escenario de alta complejidad para el país, convirtiéndose rápidamente en un actor relevante para la ciudadanía y las instituciones de educación superior, al tiempo que ha ido avanzando en su implementación y en el reforzamiento de sus equipos.

En ese contexto, en 2020 pudimos advertir las primeras señales del impacto que ha ido generando la acción de esta Superintendencia sobre el sistema de educación superior, velando, por una parte, porque se respeten los compromisos que las instituciones han suscrito con sus estudiantes y, por otra, contribuyendo al buen funcionamiento de las distintas casas de estudios del país, resguardando que sean financieramente sustentables y que cumplan con la Ley.

Debido a estas acciones, fruto de un marco regulatorio más exigente, el sistema está viviendo un natural proceso de ajuste, en el que la SES ha contribuido, en algunos casos, a que las instituciones, autónomamente, busquen los mecanismos que les permitan alcanzar mayores equilibrios financieros; ha exigido planes de recuperación a aquellas casas de estudio que han visto amenazada su viabilidad institucional o, en otros casos, ha debido aplicar sanciones frente a la detección de graves infracciones a la Ley.

La pandemia por el COVID-19 ha sido un factor común para el país, golpeando a todos los sectores y de manera muy especial al sistema de educación superior, cuyas instituciones se vieron en la necesidad de suspender las clases presenciales apenas iniciado el año académico 2020. Frente a este imprevisto escenario, la SES actuó rápidamente para ofrecer orientación y certeza jurídica a las distintas casas de estudios, respecto a la exigencia de continuar entregando el servicio educacional a través de modalidades de enseñanza a distancia, equilibrando el resguardo de la salud de sus comunidades con el derecho a la educación de sus estudiantes.

Frente a la importancia de que las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica del país continuaran impartiendo educación a todos sus alumnos en condiciones adecuadas durante la pandemia, esta Superintendencia elaboró y aplicó el Primer Plan Especial de Fiscalización en el contexto del COVID-19, dando cuenta que la gran mayoría de las instituciones de educación superior del país logró implementar plataformas digitales para ofrecer clases a distancia y cumplir los compromisos convenidos con sus estudiantes, haciendo además diversas recomendaciones para que las instituciones aprovecharan las oportunidades de mejora detectadas.

Durante 2020, y fiel a nuestros ejes orientadores, esta Superintendencia concentró sus esfuerzos en incrementar la confianza en el sistema de educación superior, promover el desarrollo de la calidad entre las instituciones que lo integran y poner a las personas en el centro de sus acciones de supervigilancia.

Los resultados del esfuerzo dispensado durante este segundo año de trabajo serán revisados a lo largo de la presente Cuenta Pública, repasando las diversas acciones que hemos llevado adelante y los importantes avances alcanzados en los distintos ámbitos de nuestra acción.

No puedo cerrar esta breve presentación sin destacar el valioso aporte realizado por el equipo que tengo el orgullo de liderar y que ha demostrado, día a día, un enorme compromiso y vocación pública para contribuir -cada uno desde su ámbito- al desarrollo del sistema de educación superior, logrando superar el desafío impuesto por la emergencia sanitaria para cumplir con la importante misión que la Ley nos ha asignado.

Si quiere realizar algún comentario o consulta respecto a lo informado en la Cuenta Pública 2020, puede hacerlo a través de este enlace.

 

Jorge Avilés Barros
Superintendente de Educación Superior

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