En el marco del Plan de Fiscalización que la Superintendencia de Educación Superior (SES) está aplicando a todas las casas de estudios del país, con la finalidad de verificar las condiciones de enseñanza en el contexto del COVID-19, el Superintendente Jorge Avilés se reunió en Concepción con diversas instituciones de educación superior de la Región del Biobío para hacer entrega de los principales indicadores regionales, tanto en materia de retorno a las clases presenciales, actividades académicas pendientes producto de la pandemia, y reclamos y denuncias recibidas, entre otras temáticas.
Según cifras de la SES, la Región del Biobío cuenta con 30 planteles de educación superior, los que en conjunto suman una matrícula de 130.787 estudiantes, equivalente al 10,1% del total del sistema nacional.
El encuentro tuvo lugar en la casa central del Instituto Profesional Virginio Gómez, y contó con la presencia de su rector Rolando Hernández Mellado, además del rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra Rubilar; del rector la Universidad del Bío Bío, Mauricio Cataldo Monsalves; del rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Cristhian Mellado Cid; del rector del Centro de Formación Lota Arauco, Patricio Pérez Vergara; y del rector del Instituto Profesional Diego Portales, Luis Beltrán Troncoso.
En la oportunidad, el Superintendente Avilés valoró que los planteles de la región estén desarrollando un importante avance en materia de retorno a la presencialidad, con más del 41,7% de sus alumnos asistiendo al menos una vez a la semana a clases durante octubre, por sobre el 38% de promedio que registró el país en el mismo período. La autoridad destacó que el registro regional marcó un crecimiento de 16,3 puntos porcentuales respecto al resultado reportado el mes anterior (25,4%), siendo las universidades las que más crecieron en ese período, duplicando sus cifras de un mes a otro.
De acuerdo a las cifras entregadas por la SES, el 25,9% de las instituciones de educación superior de la región informó en octubre que menos del 20% de sus estudiantes asistió al menos una vez a la semana de manera presencial a clases y sólo el 7,4% reportó una asistencia superior al 80%.
En contraste, la autoridad advirtió que las casas de estudios de la Región del Biobío muestran un importante retraso en cuanto a la recuperación de las actividades académicas pendientes del año 2020 producto de la pandemia. Según los informes correspondientes a octubre, el 45% de las instituciones del país mantiene rezagos correspondientes año pasado y el 44,8% desde el primer semestre 2021, sin embargo, esas cifras suben considerablemente en el caso del Biobío, alcanzando a un 59,3% en lo que se refiere a las actividades retrasadas de 2020 y a 66,7% en cuanto a atrasos correspondientes al primer semestre de este año.
“Los resultados del plan de fiscalización que estamos aplicando a todas las casas de estudio del país, en el contexto de la pandemia, dan cuenta que las instituciones de la Región del Biobío avanzan de manera importante en materia de presencialidad, superando el promedio del sistema. No obstante, vemos que todavía existen importantes espacios de mejora, sobre todo en lo que se refiere a la recuperación de las actividades académicas pendientes del año pasado y del primer semestre del año académico en curso. Creemos que en la medida que el plan de vacunación siga avanzando y las condiciones sanitarias se mantengan en los rangos actuales, las instituciones podrán ofrecer mejores resultados en estas importantes materias, sobre todo considerando que en 2022 la asistencia debe tender a ser totalmente presencial”.
Reclamos y denuncias
En materia de reclamos y denuncias presentados en contra de instituciones de educación superior, la Superintendencia informó que las casas de estudios de la Región del Biobío concentran el 7% de las casi 9 mil presentaciones que han ingresado a la SES desde el inicio de sus funciones, hace poco más de dos años. La Superintendencia valora considerablemente los resultados de exhibe la región en este ámbito, ya que están muy por debajo del peso específico que tiene la matrícula regional dentro del sistema, en donde alcanza al 10,1% del total nacional.
De las 625 acciones asociadas a la región, el 60% fueron presentadas en contra de universidades; un 36,5% en contra de institutos profesionales y un 3,2% fueron dirigido a centros de formación técnica, rangos muy similares al comportamiento que muestra el sistema a nivel nacional.
En cuanto a las materias que originan estos reclamos, el 39,4% responde a motivos académicos; el 29,8% a razones financieras y un 24,7% a motivos administrativos.